Los lavadores de piedras (log washers) se emplean para la limpieza de gravas, rocas de tamaño mediano y desenlodado de minerales. También se usan para eliminar los desechos orgánicos y las arcillas adheridas al material a procesar. Tamaño máximo recomendado 120 mm.
Los lavadores de piedras están formados por un recipiente de sección rectangular, en cuyo interior se alojan dos ejes paralelos de sección cuadrada o tubular provistos de paletas que giran en sentido opuesto. El cajón está construido con una pendiente ascendente que puede variar entre 5º y 10º.
Las paletas, situadas en posición helicoidal, generan un movimiento que favorece el avance de las partículas entre los dos ejes paralelos, hacia el extremo superior del cajón. La velocidad periférica de trabajo de las paletas rondará 1,5 m/s.